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Punto final de un curso para enmarcar

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Cinco temporadas consecutivas sin encajar un solo gol en las visitas al Real Madrid es una marca aparentemente imposible, pero lograda por este Betis que redondeaba anoche una campaña modélica. Le hacía falta un punto para no depender de lo que ocurriera en Anoeta y lo consiguió a través de un partido librado con cabeza ante un Real Madrid que, claro que sí, tendría demasiadas sombras parisienses en su cabeza.

Lo cuenta el maestro Luis Carlos Perich en Diario de Sevilla. Parecía que en vez del Bernabéu aquello parecía Versalles. Las buenas maneras, con doble pasillo y saque de honor de ese bético filomadridista que es Alejandro Sanz. Y lo que rodea al partido tiene mucho de los dos ojos en París. Claro que eso es sólo por parte madridista, ya que el Betis quiere repetir la faena que hizo en los últimos cuatro cursos, la de puntuar en ese Bernabéu que estaba en fiesta presenciando el duelo entre los dos campeones.

Desde marzo de 2017 no encaja un gol el Betis en sus visitas al Madrid y lo cierto es que eso lo firma con vistas a esa apetitosa quinta plaza aún sin dueño. Y el primer tiempo discurre sin sobresaltos para los porteros y con los tiempos de posesión muy parejos. Pellegrini ha optado por Guardado en vez de Carvalho y por Willian en el sitio habitual de Borja. Y cuando se llega al descanso revolotea la idea de que quien marque primero tendrá mucho camino recorrido.

Pero no habrá goles aunque sí más ocasiones de gol. Un remate de Benzema y una volea de Joaquín tras una contra de libro fueron las ocasiones más claras. Y en esta fase hubo una prolongación de la fiesta con que comenzó el partido mediante la despedida de varios futbolistas. Y todo terminó sin goles, que desde aquel de Sergio Ramos hace cinco años no encaja el Betis en Chamartín. Le hacía falta un punto, lo consiguió y así remató un curso para enmarcar.

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