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Coosur Betis - Gran Canaria: salvación por la puerta grande (93-86)

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Por la puerta grande, con un partido monumental de Shannon Evans, con Luis Casimiro consagrando otro milagro con una jornada de antelación y con San Pablo lleno, vibrando como no se recordaba. Así se selló la permanencia matemática del Coosur Betis, logrando la victoria que le hacía falta y la que necesitó a lo largo de la noche ya que no se dieron las otras combinaciones que habría necesitado en caso de revés ante el Gran Canaria.

Nada le importó al conjunto verdiblanco, un rodillo por momentos, un equipo que derrocha confianza por todos sus poros y está acabando la temporada con un nivel de baloncesto propio de un conjunto que estuviera pujando por meterse en las eliminatorias por el título.

 

Como cuenta Sergio A. Ávila en su crónica del partido en alfinaldelapalmera.com, Casimiro ha realizado un trabajo espectacular y los fichajes que llegaron con la campaña empezada han sido fundamentales para cerrar con final feliz una temporada que, a nivel individual, tiene nombre propio: Shannon Evans II. Un superdotado para este juego que ofreció otro recital para el recuerdo, inolvidable: 28 puntos, 17 asistencias y 39 créditos de valoración. Imparable. Una actuación monstruosa que consagra a uno de los jugadores más determinantes, sino el que más ahora mismo, de la Liga Endesa. Un prodigioso base que ha ayudado, y de qué manera, a que el Coosur Betis se quede una temporada más en la ACB.

Aunque estuviera avisado del daño que podía infligirle su rival, el Coosur Betis se vio sorprendido por la salida del Gran Canaria, que lo apostó todo al triple, casi como si estuviera prohibida otra forma de anotar, y el plan le salió de dulce en el primer cuarto, cuando el conjunto insular se convirtió en una máquina triplista indefendible para la tropa de Luis Casimiro. Shurna, en estado de gracia desde hace varios partidos, fue el primer que lo perforó la canasta bética desde la línea perimetral. Luego tomaron el testigo A. J. Slaughter, en dos ocasiones; Brussino, en una; y Dylan Ennis, que salió del banco en ignición, en tres. Cuando un equipo de la calidad del canario se enchufa de este modo en la anotación, sólo queda esperar que pase el chaparrón. Claro que tirando de paraguas y chubasquero. Es decir, de defensa. Era el momento de guarecerse para el Coosur Betis, de esperar que el partido cambiara. Pero sin dejar de trabajar, tocando teclas, haciendo modificaciones defensivas para obturar a los anotadores insulares.

Con Evans distribuyendo más que anotando, el Coosur llegó a perder hasta por trece puntos tras acierto de Chery (13-26) y, tras la cuarta asistencia del base de Virginia y canasta de Wiley, descontó hasta los diez cuando tronó la campana del primer cuarto (18-28). La ventaja era considerable, pero no definitiva. Y hace mucho, mucho tiempo, que el conjunto verdiblanco no baja los brazos. Tampoco en esta ocasión. Sin Cvetkovic, lesionado, Torres y Pozas cubrieron sus minutos para darles relevos a Bertans y Evans, que apenas respiró un par de minutos en todo el primer tiempo. Es el motor del equipo. El líder, el jefe. Y lo quiere jugar prácticamente todo.

Bajo su batuta se reordenó el Coosur Betis en ataque y protagonizó una excelente puesta en escena en el segundo cuarto, tanto en la vertiente ofensiva como en la defensa, que lo llevó a enjaretar un parcial de 13-2 (29-30) que obligó al tiempo muerto de Fisac. En cuatro minutos, el Gran Canaria apenas había anotado dos puntos. La defensa verdiblanca ya carburaba y no permitía que el balón circulara con facilidad en los alrededores de su tablero. Báez, tras asistencia de Pozas, igualó el choque (32-32) y Pasecniks, tras el noveno pase a canasta de Evans, situó al Coosur Betis por delante (34-32).

La alegría duraría poco porque el Gran Canaria de nuevo respiró gracias al triple. Tres dianas seguidas, dos de ellas de Albicy, impulsaron de nuevo al invitado merced a un parcial de 3-13 (37-45) que Wiley cortó en seco al intermedio. Ambos equipos habían anotado las mismas canastas de campo, quince, pero el Gran Canaria acumulaba el doble de triples (diez) que el Coosur Betis (cinco).

Con 39-45, la igualdad era máxima y la diferencia escuálida si Evans activa el turbo. Y lo puso al comienzo del tercer cuarto, mostrando su privilegiado repertorio para jugar al baloncesto. Al mejor baloncesto que ha jugado nunca. Cuatro puntos más y su décima asistencia del partido, en este caso para Pasecniks, empataron el choque y Fisac pidió tiempo muerto antes del cuarto triple de Bertans, que tenía la mano tonta. Parcial de 9-0 y tres de renta para el anfitrión (48-45). Un problema en la mesa de anotación paró el partido unos minutos y se corrió el riesgo de que el Coosur Betis, que estaba lanzado, se enfriara, pero nada de eso sucedió. Y no pasó porque Evans no lo iba a permitir. Ya había hecho suyo el partido. Su capacidad de influencia es mayúscula, atronadora. Bertans metía su quinto triple y el base se aliaba con él para anotar de dos y de tres, de todos los modos posibles. A B. J. Johnson le regaló su duodécima asistencia y el Betis se marchaba, ver para creerlo, diez arriba (53-43).

Tenía al Gran Canaria completamente asfixiado, sin aire, desaparecido del mapa. Borrado. El Coosur Betis atizaba el fuego e incendiaba a la grada, enloquecida con el juego del equipo. Al ritmo de Shannon, cómo no. Una transición tras robo acabó en mate de concurso de B. J. Johnson (66-53). Cuando Wiley puso el 68-54, disparando el parcial del cuarto hasta el 29-11, convertido el cuadro verdiblanco en un torbellino, Casimiro llamó a Evans para descansar en el último minuto. Llevaba 14 puntos y 14 asistencias. Y aún le queda energía, cuerda, y noche. El Betis promediaba un 56 por ciento en el triple (9/16) y la batalla del rebote la ganaba con claridad (29/20).

Los resultados no ayudan

Todo estaba saliendo a pedir de boca, menos los resultados de sus rivales directos. Como ganó el Urbas Fuenlabrada y el MoraBanc Andorra, tras dos prórrogas en Zaragoza, necesitaba la victoria para sellar la permanencia matemática. Báez se unió a la fiesta del triple y elevó hasta los catorce la distancia de seguridad (73-59). Dependía de sí mismo el equipo de Casimiro, pero no podía aflojar para no meterse en el fango de los averages y los múltiples empates de la última jornada. El día, la noche, era hoy. Evans, empeñado en hacer historia en Sevilla, batía por segunda vez esta temporada el récord de asistencias del club (16) mientras A. J. Slaughter y Ennis se afanaban, en comandita, por evitar el naufragio amarillo.

A fuerza de insistir, de picar piedra y no rendirse, el Gran Canaria volvió al partido. Y vaya cómo metió el miedo en el cuerpo. A todos... menos a Evans, que se crece en finales así, jugando en el filo de la navaja, asumiendo la responsabilidad de los momentos importantes, cuando arde la pelota. Cuando no hay red. Once puntos seguidos metió para aguantar la estampida canaria y poner cinco de ventaja a falta de un minuto. La tensión se cortaba con un cuchillo.

Fisac protestó airadamente un triple anulado a su equipo, que habría supuesto el 89-87, y Casimiro solicitaba el Instant Replay en la jugada siguiente, saldada con pérdida de balón del Betis. Revisado el lance, los árbitros le dieron la posesión al conjunto verdiblanco (Torres coló el triple tras asistencia de... Evans) y así, con la polémica que no le falta al guiso de este tipo de partidos, se certificó la permanencia verdiblanca en la ACB. Fiestón en San Pablo. En la grada y en el vestuario, como merecía la ocasión tras tanto sufrimiento.

Ficha técnica:

Coosur Real Betis (18+21+29+25): Evans (28), Bertans (15), B. J. Johnson (12), Brown (2), Pasecniks (13) -quinteto inicial-; Torres (3), Cvetkovic (-), Burjanadze (-), Almazán (-), Wiley (14), Báez (6), Pozas (-).

Gran Canaria (28+17+14+27): Albicy (8), A. J. Slaughter (21), Brussino (12), Shurna (7), Balcerowski (2) -quinteto inicial-; Salvó (2), Javier López (-), Pustovyi (-), Khalifa Diop (6), Ennis (21), Stevic (1), Chery (6).

Árbitros: Aliaga, Oyón, Sánchez Mohedas. Eliminado Bertans, por cinco faltas (m. 37). Trigésima tercera jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes San Pablo, ante 5.668 espectadores.

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