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El Betis de Canales apunta a Europa

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Dos goles del jugador diez de este Betis, Sergio Canales, hacen que el equipo verdiblanco cruce el ecuador de la Liga muy reanimado en pos de buscar el objetivo europeo en las 19 jornadas que tiene por delante. Suman los heliopolitanos 26 puntos y esa proyección lo llevaría a concluir el campeonato con 52, una cosecha insuficiente para viajar la próxima campaña por el continente, pero son octavos a sólo 4 puntos del sexto, la Real, a la que visitan este sábado además.

Como cuenta en su crónica en diariodesevilla.es, Juan Antonio Solís, el juego que destilan los heliopolitanos en las últimas jornadas y su boyante dinámica, además, invitan a creer en que el grupo que maneja Manueol Pellegrini está capacitado para darle una alegría a los suyos. El astuto preparador chileno ha inyectado al Betis las ganas, las piernas y la sangre hirviendo de Lainez, Ruibal, Rodri, Miranda. Y, qué caramba, también Fekir sigue la estela de los Guido, Loren y Canales, y cuando tocó trabajar, tapar y contemporizar, el francés fue el primero que lo hizo en una notable segunda parte. Antes, había forjado los dos goles de su compañero con sus pases. Y si Fekir y Canales iluminan con su luz, el Betis puede. Claro que puede.

 

No estaba Iago Aspas, que es el hombre que le pone las mayúsculas al Celta, y los gallegos, sin su líder, fueron más bienintencionados que buenos. Sólo en los primeros quince minutos inquietaron de verdad al Betis y, ya a la desesperada, en otros dos acercamientos resueltos con una salida de Joel (76’) y un despeje a córner de Miranda (78’). Pero el Betis fue más equipo durante el partido. Entre otras cosas, porque en las filas verdiblancas sí que jugaba su Iago Aspas, que atiende por Sergio Canales. El futbolista que hace volar al Betis. El que lo hace sentir un equipo ganador.

En el Celta, Coudet pareció emular a su maestro Pellegrini tanto en el dibujo como en el perfil ofensivo de su once. Y su puesta en escena fue fulgurante. Sólo Renato Tapia aguantaba en la zona ancha el andamiaje. A su lado, un bizcocho como Denis Suárez para tratar de armar el juego y por delante, Brais Méndez, Emre Mor, Nolito y Santi Mina.

Al Betis le pilló con el paso cambiado el arrojo de los olívicos: un robo de Denis a Fekir cerca del área bética acabó con un tiro raso y cruzado de Santi Mina que repelió la cepa del poste (9’). El cuero pudo llegar a un céltico, pero fue a parar a un bético. Dos minutos después, Emre Mor superó a Víctor Ruiz por el costado derecho del ataque gallego y su pase atrás lo desaprovechó Nolito, que chutó alto. Y al cuarto de hora, Miranda se tragó un balón cruzado y el tiro de Emre salió rebotado a córner.

A la segunda desde ese banderín de córner, el propio Emre Mor colgó un balón cerrado y tenso, Brais rozó en el primer palo y Santi Mina, en el segundo, remachó a la red (16’). Ahí, espoleado, el Betis de Manuel Pellegrini esgrimió dos de sus virtudes de nuevo cuño: el carácter para rehacerse a la adversidad y su juego vertical y punzante, sin miramientos.

Hay nombres propios para esa reacción: los primeros Emerson y Lainez con su buena sintonía en la banda derecha ante un lateral como Aarón, que además no iba a recibir ayudas de Nolito por delante. Y a esa ola se encaramaron Guido, Fekir y Canales.

El francés ya avisó con un duro y seco tiro, que Rubén Blanco blocó a pesar de botarle delante (19’). Y Guido y Canales ordenaron una presión adelantada que desarboló a los gallegos. El Betis se sintió cada vez más peligroso con la chispa desbordante de Lainez, un diablo con sus quiebros, giros, elasticidad y, ojo, cada vez mejores elecciones al soltar el balón.

En una de sus incursiones, encontró a Fekir de socio, éste retrasó a Canales al borde del área y el 10 sorprendió con un derechazo cruzado y ajustadísimo al palo derecho de Rubén (25’). Rodri tuvo que entrar en la siniestra por Ruibal, lesionado (31’), pero el chaval ingresó de nuevo muy enchufado y los verdiblancos apretaron mucho y bien. Un robo de Fekir a Denis con la zaga céltica descolocada consumó la remontada. El francés abrió a la izquierda a Canales, que cruzó a la red con pasmosa facilidad (44’).

Quedaba medio partido, pero el Betis lo guardaba en su mano. Guido y Canales tenían las riendas y los compañeros más adelantados se mataron a hostigar para que el Celta nunca saliera con limpieza: Loren, Fekir, Lainez, luego Borja. Y Guardado, relevo apresurado de Guido, que se resintió. Sólo su lesión y la de Ruibal apagaron la alegría del bético... hasta que reparó en esa luz tan especial que mana de un tal Canales.

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