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Betis Energía Plus: las claves de un ascenso meteórico

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Sergio A. Ávila, en alfinaldelapalmera.com

En la LEB Oro, el Betis Energía Plus ha parecido un bólido de carreras frente a utilitarios. Ha arrasado, batido récords y también desmontado un buen número de tópicos asociados a la categoría.  Al equipo verdiblanco no le ha podido la presión del favorito, ni su condición de novato, y tampoco ha sufrido demasiado en esas canchas de atmósfera, a priori, tan hostiles.

El Betis está ya en la ACB porque ha tenido una plantilla y un equipo muy superiores al resto. Tan sencilla de explicar y tan difícil de conseguir es la fórmula del éxito. Estas son las claves de su regreso a la Liga Endesa.

 

Reestructuración. Tras el segundo descenso deportivo como la sección baloncestística del Betis, el club tomó decisiones drásticas. Así que se reconfiguró toda la parcela deportiva, que falta hacía. Se buscó a un director deportivo de prestigio en la figura del malagueño Juanma Rodríguez, campeón de Liga con el Unicaja entre otros muchos méritos. Como mano derecha ha tenido a Asier Alonso, quien se hizo un nombre en el Araberri descubriendo jugadores que luego han tenido recorrido en España, caso por ejemplo de Johnny Dee. Esa estructura en la dirección deportiva era inusual en la LEB Oro, por amplia. Además, Miguel Ángel Jiménez pasaba a ser director general y Fernando Moral se mantenía en la presidencia.

Planificación. El cuentakilómetros se puso a cero. Ninguno de los jugadores de la plantilla que descendió se quedó. Se hizo borrón y cuenta nueva al entenderse que el aspecto mental era muy importante para ascender. Se necesitaba gente fresca, ilusionada y con ambición, sin cargas del pasado. Entre agosto y septiembre, llegaron doce jugadores y un entrenador.

Segura. Si importante ha sido la incorporación de Juanma Rodríguez, igual puede decirse de Curro Segura. Llevaba un tiempo sin ejercer en España de entrenador jefe, pero su currículum lo avalaba: había ascendido dos veces a la ACB con dos equipos diferentes (CAI y Menorca). Con un discurso siempre moderado, sin estridencias, Segura ha demostrado que en el LEB Oro se mueve como pez en el agua administrando los recursos. Ha tenido una plantilla de doce titulares en cualquier otro equipo de la categoría y, en un contexto así, la gestión de los egos es clave para que todo el grupo empuje en pos del objetivo común. El grupo ha estado siempre por encima de las individualidades y eso es también responsabilidad suya.

Mezcla adecuada. En la confección del plantel se respetó la máxima de contar con jugadores expertos en la LEB Oro (Dani Rodríguez, Costa, Almazán, Stainbrook, Samb…) y arriesgar en otros sin tanto bagaje (Dee, Tunde u Obi Enechionyia), a cuyo crecimiento siempre contribuye que el equipo funcione. Así ha sido en el caso del Betis, un grupo bien avenido, compacto y comprometido. Ha funcionado a nivel deportivo y humano. Esto último era capital después de dos años con un desfile continuo de jugadores que no arraigaban en la ciudad ni en el club. Los hubo hasta conflictivos.

Descubrimientos. Tunde y Obi Enechionyia destacan como nombres propios. Son apuestas exitosas, fichajes que evidencian conocimiento del mercado. El primero venía de jugar en la LEB Plata en Albacete y, tras dos contratos temporales, se le firmó hasta final de curso. Se lo había ganado. Aporta mucha energía, que contagia al resto. Enechionyia cumplía en Sevilla su primera temporada como profesional, pues acababa de cerrar su periplo universitario, y ha demostrado talento en el tiro exterior, capacidad física y condiciones para seguir mejorando.

Rápida adaptación. Al Betis le costó un poquito arrancar. El viaje de vuelta tras el resbalón en Pucela de la tercera jornada, con siete horas en autobús hasta Sevilla, fue muy duro, pero también un punto de inflexión que zarandeó al grupo y lo mentalizó de cara al futuro. Había que cambiar, defensivamente sobre todo, y lo hizo. A partir de ahí, se rehízo y el contador de victorias ya no se detuvo. Cayeron 18 seguidas. Sólo ha vuelto a perder en Palma y Bilbao.

San Pablo, un fortín. El Betis lo ha ganado todo en su cancha hasta la fecha. Todos los rivales, sin excepción, se han marchado de vacío. Sólo un equipo hizo pleno en su casa en la LEB Oro, el CAI Zaragoza de la temporada 2009-2010, y los verdiblancos están en disposición de igualar ese registro. No es cosa baladí, y más considerando que San Pablo había sido un auténtico chollo las dos temporadas precedentes. Sumando los dos cursos anteriores, el Betis sólo se llevó nueve partidos como anfitrión. En éste ya encadena quince en liga.

La Copa Princesa. No era el gran objetivo de la temporada, pero como el equipo agarró el liderato en la jornada décima para ya no soltarlo, la posibilidad de levantar el primer título en la historia de la sección de baloncesto verdiblanca y del baloncesto sevillano se puso a tiro y no se desaprovechó. Fue un día histórico, tanto por el logro en sí, como por el lleno registrado en el pabellón, aunque esto último no haya tenido apenas continuidad en los partidos ligueros.

Récords. Entre la victoria en casa contra el Araberri (94-82) del 19 de octubre y el triunfo contra el Bilbao Basket en la Copa Princesa (80-70) del 9 de febrero, el Betis estuvo 18 jornadas de Liga sin perder y un total de 19 partidos. Actualizó así el récord de 16 victorias seguidas en la categoría que ostentaba el CB Murcia de la temporada 2010-2011, también ascendido. El regreso a la élite de los verdiblancos es el más precoz de las LEB Oro con 18 equipos.

Dinámica revertida. No es nada sencillo que un proyecto completamente nuevo cuaje tan bien como le ha sucedido al Betis, y más cuando en las dos últimas temporadas sólo se habían ganado 16 partidos en total. En ésta, entre octubre y principios de abril, suma 26. El club se había anquilosado peligrosamente en la derrota. Así que el gran reto era transformar la cultura perdedora en ganadora, lo cual se ha conseguido en la LEB Oro gracias al gran trabajo de gente experimentada y con mucho conocimiento de baloncesto. Ahora, el objetivo será trasladar esa dinámica positiva a la Liga Endesa, de donde nunca debió salir.

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