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Lo de Messi fue solo un susto y es duda para el Villamarín

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Definitivamente, Leo Messi no es de este planeta y, además, es de goma. Ayer, los barcelonistas pasaron de verlo todo negro a la esperanza en cuestión de una hora. Lo que en un principio parecía una lesión de las graves -que hubiera podido comprometer batir el récord de Müller- acabó siendo una simple contusión que ni si quiera lo descarta del todo para jugar ante el Betis.

Fue en el minuto 84 cuando el Camp Nou contuvo la respiración al ver que Messi no se levantaba tras un choque con el portero del Benfica. La jugada no fue especialmente violenta: Leo, al superar a Artur, tiene la mala fortuna de que el meta cae sobre su rodilla izquierda. De hecho, el argentino continúa la jugada (con una primera mueca de dolor), trata de definir con una vaselina, pero entonces la rodilla termina de fallarle y automáticamente se va al suelo llevándose la mano a la rodilla izquierda.

 

Lo que en principio parecía un lance del juego sin mayor importancia fue cobrando tintes de tragedia al ver el público que, en efecto, Messi no se levantaba y se ponía las manos en la cara cuando los médicos le hicieron las primeras exploraciones en el mismo terreno de juego. La confirmación de que la cosa podía ser de una cierta gravedad llegó cuando el delantero argentino no pudo abandonar el campo por su propio pie tuvo que ser trasladado en camilla hasta la misma puerta del vestuario azulgrana para ser examinado por los médicos.

A partir de ese momento, el partido, la Champions y el récord de Müller pasaron a ser algo secundario. Lo importante era la rodilla de Messi. Hasta 20 minutos después de que finalizara el partido no llegaron las primeras informaciones -no oficiales- sobre el estado físico del crack. "No es gran cosa", desveló Catalunya Ràdio. Poco rato después, un portavoz del club dio un primer parte médico: "Sufre un fuerte golpe en la cara externa de la rodilla izquierda".

Mientras salían los protagonistas del partido en la zona mixta y la sala de prensa, Leo estaba de camino al hospital de la Creu Blanca, donde se sometió a distintas pruebas médicas. Y al final, sobre las 00:30, llegó el ansiado parte, que no difirió en exceso del primer diagnóstico: "Contusión ósea en la cara externa de la rodilla izquierda. La evolución clínica marcará su disponibilidad para el próximo partido".

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