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Mel, un entrenador con autoridad

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Durante los partidos que el Betis disputa en su estadio puede oírse, a veces, al sector más animado del Benito Villamarín realizando cánticos de apoyo a Pepe Mel, un hombre que ha declarado públicamente su beticismo y que, en general,es muy querido en Heliópolis.

 

 

 

Él fue el artífice del regreso del Betis a la élite. Cogió al equipo en Segunda en el verano de 2010 y en la primavera de 2011 ya lo tenía en Primera, donde, pese a estar al filo de la destitución el curso pasado debido a una endiablada dinámica de resultados, mantuvo la confianza de la directiva y consiguió el objetivo de la permanencia.

 

Como informa eldesmarque.com, sus polémicas en el club han venido generadas, especialmente, por su relación con Vlada Stosic. Y esto guarda un significado profundo, ya que el peso que Mel tiene en el Betis va más allá del de un entrenador común. Para intentar apaciguar los ánimos, se produjo una especie de separación de poderes de forma tal que los fichajes serían atribuibles únicamente al director deportivo y la misión exclusiva del míster consistía en sacarle el máximo rendimiento al grupo.

En la entidad es la palabra de José Antonio Bosch la que más daño ha podido hacer a Mel. En cambio, cuando habla Miguel Guillén las cosas resultan mucho más agradables para el técnico madrileño. El presidente confía plenamente en su labor y reitera que “es el entrenador del proyecto” que él encabeza, hasta el punto de afirmar que espera “que entrene al Betis durante los próximos 15 años”, que se convierta en una especie de 'Ferguson' heliopolitano.

Este jueves, Guillén se erigió en portavoz de la entidad para admitir que existe un problema de comunicación: el Betis transmite una sensación de inestabilidad incluso cuando hay motivos para estar serenos. Al respecto, se había atrevido Mel a decir que en tres años no ha conocido semana tranquila. El presidente, lejos de reprobar sus declaraciones, aprovechó la ocasión para concederle autoridad. “El míster está perfectamente integrado en el club y cada día interviene en decisiones importantes en el ámbito deportivo”, dijo al ser cuestionado por las palabras de Mel, mostrando una vez más su respeto por el técnico.

Entiende Guillén que Mel es lo suficientemente “querido y reconocido, lo más importante junto a la plantilla” y que es la persona llamada “a darle el salto de calidad al equipo”. Es por ello que cada vez que tiene la oportunidad de mostrarle públicamente su consideración, no la deja escapar. Es su forma dereforzar la figura de un entrenador que, ya de por sí, por los resultados obtenidos, por el protagonismo que concede a la cantera e incluso por la forma en que hizo jugar al equipo, tiene una importancia considerable en el club y en su entorno.

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